Ultrasonidos
El ultrasonido es un equipo que transfiere ondas mecánicas de mayor frecuencia que las del sonido, a través de un medio físico (gel), que permite que pueda transmitir energía (calor profundo) gracias a la vibración que producen dichas ondas.
Con la vibración, se produce un movimiento celular que mejora la cicatrización,
aumenta la temperatura en la zona en donde se es aplicado. En la profundidad de
los tejidos existen escasos o casi nulos receptores de calor, motivo por
el cual el cambio de temperatura producido por el ultrasonido no es percibido
por el paciente.
Se aplica depende el tamaño del área a tratar y del cabezal. El tiempo de aplicación depende del cabezal que se utilice (hay cabezales desde 1cm hasta 5cm de diámetro) y el tamaño de la zona o músculo en donde vaya a colocarse. Por lo general, su aplicación va de 2 a 6 minutos y sólo durante las primeras sesiones de fisioterapia; esto se debe a que el ultrasonido persigue apoyar las primeras fases del proceso de cicatrización:
La inflamación, que normalmente dura máximo 5 días y en la fibroplasia, que dura máximo 3 semanas.
También tiene un uso para tratamientos en la estética, estimulando la producción de colageno, a la vez que licúa las grasas y elimina la celulitis corporal.